La hoja que no quiso caer....

Una nueva estación me sorprende... un ciclo nuevo comienza… respiro y pienso en lo intenso de la vida, en lo vertiginoso de las estaciones… invierno, primavera y verano avanzan más rápido de lo que creo respirar…

El tiempo transcurre para todos con la misma igualdad… si hay algo que no conoce de discriminaciones es el bien preciado llamado tiempo… hay quienes tienen mucho dinero y otros que tienen menos, hay hombres felices y otros no tanto, hay gente con fortuna y otros perseguidos por la mala suerte…. En cualquiera de los casos el tiempo es el mismo…

Camino bajo una noche gris de otoño, los colores de la hierba han perdido ya sus tonos, la tristeza se apodero de las calles. No hace frio como en el invierno ni tampoco está el calor del verano… es una época de transición… no me violenta su llegada, casi no la siento…

Si me permiten hablar por mí, detendría el reloj un momento… pararía el mundo para poder bajarme, a veces incluso me arriesgaría a caer de él en movimiento… Pero no siempre se nos permite abandonar… la vida es así, sigue su curso sin importar a quien aplasta, o a quien deja atrás…

Camino y me doy cuenta de que alguien me robo las estrellas y puso nubes ahí… Camino, suspiro y pienso… le pregunto al cielo por la luna, nada el me responde, al parecer la llegada de una nueva estación le sorprendió como a mi…

Camino y miro un árbol del cual me llama la atención su desnudez, parece que fue solo ayer que le vi con su cabellera frondosa moviéndose sensualmente a los compas de la brisa…
No puedo no preguntar qué paso… no puedo negar aquello que la vista hace tan evidente… quise seguir mi camino, pero me devolví para hablarle… calle cuando vi a gente cerca de mi… no quería me tratasen como loco… no esta noche… no en otoño…

Retome mi dialogo con el árbol pues note que de todas sus hojas había una que no quiso caer… Una curiosidad pues sus compañeras yacían en suelo buscando una alcantarilla que poder tapar…

Pensé en aquellos que se resisten al paso del tiempo, a la llegada de una nueva estación, a la manifestación de una época distinta… pensé, pero mejor seguí escuchando la historia de una hoja singular… pensé y calle, pues aun el necio se cuenta como sabio cuando lo hace, viví la historia de una hoja que no quiso caer…

Los motivos de esta hoja nadie puedo comprender, ni siquiera la rama a la que se aferro con todas sus fuerzas… quienes estuvieron más cerca de ella dijeron que su deseo era esperar a la primavera y recuperar con ella el color que un día tuvo… es sabido por todas que no hay nadie que pueda soportar el paso del invierno y que quienes le han desafiado terminan en una solitaria y sufrida carrera al suelo…

Miro a esta hoja y pregunto al árbol (pues con él hablaba) que hace a ella albergar tan iluso pensamiento y porque el mismo no la bota de sus ramas, después de todo el conoce el final de la historia…
El viejo árbol, cuyo tronco me hace entender sus mil batallas, da un suspiro profundo y casi sin mirarme balbucea la frase que me hizo seguir mi camino…

“Mira Julio… no importa lo que yo diga, las historias que se, o lo que pueda yo hacerle… el destino de la hoja fue decidido por ella misma, yo le di abrigo, le compartí agua, la cobije cuando recién nacía, le di parte con mi familia, le conté del proceso y le enseñe sobre las estaciones… Le dije que se dejara caer, pues serviría de abono a la tierra y cuando la lluvia la golpease, tendría la oportunidad de volver a subir como vapor y descender a ser parte de mí como una gota de agua… No importa todo cuanto juntos vivimos, ella es libre… si su decisión es no caer en el tiempo que corresponde, será botada con el frio de una nueva estación… al final del día, nada puede interponerse en el paso de ellas…”

No respondo, solo sigo mi camino…. Quise volverme y arrancar esa hoja con mis manos, quise evitarle el dolor, pero entendí que nadie puede hacer por nosotros aquello que nosotros mismos no estamos dispuestos a aceptar….

El otoño y las hojas en el suelo… una vez más aprendo de la naturaleza… una vez más doy gracias a Dios que me permite entresacar lo bello incluso de la situación más fea que podamos estar viviendo… el tiempo pasa, las estaciones vienen, pero en todo momento no cesan sus misericordias conmigo, nuevas son cada día… Grande es su fidelidad… viviremos una nueva estación, aceptaremos caer del árbol, es parte del proceso, el invierno nos sorprenderá en el lugar que debemos estar…